La ruta comienza en el pueblo de Sant Martí d’Empúries. Situado en un promontorio sobre el mar, que había sido una isla habitada desde los siglos
IX-VIII a.C., fue la antigua capital del condado de Empúries, antes que esta capitalidad fuera trasladada a Castelló d’Empúries.
El pueblo conserva aún la muralla medieval y diferentes elementos románicos de la iglesia de Sant Martí. Se puede proseguir la ruta hacia el municipio de Sant Pere Pescador, entre marismas y manzanares, y se llega a Castelló d’Empúries. Fue la capital del condado de Empúries desde el s.XI hasta el XV.
La basílica gótica de Santa Maria (s.XII-XV), conocida con el nombre de “la catedral de l’Empordà”, y los vestigios de los antiguos edificios y conventos son el testimonio del esplendor de este municipio durante la edad media. Otros monumentos importantes son: el Portal de la Gallarda y sus murallas, la Casa Gran (s.XV), la Llotja o Consolat del Mar (s.XIV), el Palau dels Comtes o Convent de Sant Domènec, el Pont Vell, el Rentador (el lavadero), el Call Jueu (barrio judío) y la Cúria-pressó (s.XIV), que alberga el centro de interpretación de la historia de la localidad, así como una colección del patrimonio judío local. Uno de los momentos más mágicos de Castelló d’Empúries llega, cada año, durante la segunda semana de setiembre cuando se celebra el festival “Terra de Trobadors” y la villa retorna a su vibrante pasado de la época medieval.
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