El Empordà Medieval
Entre la montaña y el mar, pueblos tranquilos y alejados de las vías principales dan vida a un Empordà bucólico.
La ruta empieza en la localidad de Bàscara. Situada en un promontorio sobre el rio Fluvià, en época medieval pertenecía al Obispado de Girona. En ella se celebraban concurridos mercados y ferias. Luego, por la carretera local GI-622, llegaréis a Vilaür; donde,
por un pequeño portal, se puede acceder a la iglesia fortificada e imponente de Sant Martí. Siguiendo la misma vía GI-622, se llega a la localidad de Sant
Mori, donde destaca el castillo-palacio gótico-renacentista y la estructura urbanística del pueblo de origen medieval. La próxima parada es Sant Miquel de Fluvià. En el centro del municipio sobresale el bello monasterio benedictino, de tres naves, y la silueta de su majestuoso campanario, de la segunda mitad del s.XII, con decoración lombarda. Cerca de aquí está el pueblo de Sant Tomás de Fluvià, que alberga la pequeña iglesia de Sant Tomàs, donde se conservan unas pinturas románicas de reciente restauración de una gran belleza. Para visitarlas
es necesario contactar con el Ayuntamiento de Torroella de Fluvià.
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