La butifarra dulce es un producto, sin lugar a dudas, muy peculiar e identificado con el Empordà. La butifarra dulce se puede comer seca, aunque es mucho más gustosa cuándo se come cocida y acompañada de manzana.
Normalmente, la butifarra dulce se come durante el invierno y tiene un alto porcentaje de componentes caloríficos. No obstante, esto sólo depende de gustos y del paladar de cada uno. Las carnicerías del Empordà la elaboran durante todo del año.
Tanto se puede comer de postres y acompañada de requesón cómo aperitivo. Antiguamente, se solía comer para merendar acompañada de pan y manzana.
