El antiguo monasterio benedictino de Sant Miquel de Fluvià data de la segunda mitad del s. XI. Consta de tres naves con tres ábsides semicirculares. Su campanario del s. XII es una magnífica torre de planta cuadrada de tres pisos, separados por decoración lombarda.
La iglesia de Sant Miquel y su campanario fueron probablemente fortificados en el s. XIV y reformados más tarde (s. XVII). Casualmente en el año 1974, fue descubierto un horno romano a unos 100 m del monasterio. Servía para cocer cerámica y es el único horno entero de toda Cataluña.